El «ordenador» de Bill Gates no para de generar ideas y una de las últimas tiene visos de convertirse en toda una revolución. Microsoft pretende desarrollar un teléfono móvil para el Tercer Mundo, convertible en ordenador y con conexión a internet. Para Gates dos son los vértices fundamentales sobre los que se asienta esta nueva visión: un coste económico menor, si se compara con otras iniciativas, y la rápida expansión que, a su juicio, tendrán estos receptores, contribuyendo a reducir el abismo de la llamada brecha digital.
La idea de Microsoft venÃa de lejos, pero hasta la última reunión del Foro Económico Mundial, celebrada hace unos dÃas en la localidad suiza de Davos, no habÃa tomado cuerpo. ¿Pura casualidad? Quizá la puesta de largo del proyecto fue acelerada por la repercusión mediática del bautizado como el portátil de los 100 dólares para los paÃses en vÃas de desarrollo, creado por Nicholas Negroponte, y el fracaso de las negociaciones entre ambos gurús de la tecnologÃa para dotar a estas computadoras de software Windows.
Guerra comercial
Y hay quien sugiere que detrás de este ataque de solidaridad se esconde una guerra comercial no declarada. TeorÃas varias que de un modo sutil, a través de una valoración un tanto escéptica, vino a corroborar en Davos el vicepresidente de Microsoft, Craig J. Mundie. «Nos encanta el trabajo que Nick (Negroponte) está tratando de llevar a cabo, pero estamos preocupados sobre las posibilidades reales de sostenibilidad en el tiempo de su proyecto», dijo.
Sea como fuere, y sin entrar a valorar si lo uno fue consecuencia de lo otro, Gates parece tener claro cuál es el mejor método para extender y fomentar el uso de ordenadores en el Tercer Mundo. El modelo deseado por Microsoft serÃa el de un teléfono móvil configurado de tal forma que, al conectarlo a la televisión y a un simple teclado, se transforme en un ordenador con conexión a internet. Para las cabezas pensantes de la multinacional resulta evidente que un receptor de telefonÃa es «más práctico» a la hora de extender los tentáculos de la informática en lugares poco o nada acostumbrados a ella. «Todo el mundo va a tener móvil y la televisión es algo casi común en todos los hogares, independientemente del poder adquisitivo de la familia, asà que transformar un teléfono en un ordenador sólo requerirÃa de un adaptador barato y un teclado», sentenció expeditivamente Mundie.
Sin embargo, la empresa de Gates no ofreció costes concretos, aunque en el paÃs de los números y las estadÃsticas, algunos medios de comunicación ya se han aventurado a cifrar en 50 dólares el precio del equipo. Tampoco hay una fecha para la presentación oficial del producto, pero Craig J. Mundie dejó entrever en la reunión del Foro Económico Mundial que «algunos bocetos» estaban ya «en manos de las compañÃas electrónicas» encargadas de dar forma a estos móviles. «De momento no nos hemos puesto ningún plazo», apuntó.